¿Qué pueden hacer los hombres para reducir el riesgo de padecer una fuga venosa en el pene?
Las fibras del tejido conectivo en el pene se contraen y relajan para permitir el flujo sanguíneo hacia el pene y para mantener el pene erecto. Si estas fibras se debilitan o dañan, el pene no se mantiene erguido y se produce una fuga venosa. La fuga venosa del pene es un trastorno en el que los cuerpos cavernosos del pene no se llenan adecuadamente de sangre. Esto puede ocurrir debido a una variedad de razones, incluyendo el envejecimiento, el estrés, la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y el uso de ciertos medicamentos. También puede haber una predisposición genética.
Los síntomas de la fuga venosa del pene incluyen un pene blando o flácido, dolor en el pene, sensación de ardor en el pene y una disminución del deseo sexual. Si la fuga venosa del pene no se trata, puede conducir a una disfunción sexual severa, incluyendo la impotencia.
La fuga venosa del pene es un trastorno relativamente común. Afortunadamente, existen tratamientos eficaces disponibles. El tratamiento de la fuga venosa del pene puede incluir el uso de una bomba de vacío, la aplicación de una inyección de fármacos directamente en el pene, la realización de una cirugía para reparar las válvulas dañadas en los vasos sanguíneos del pene o la colocación de una prótesis peneal.
Los hombres pueden reducir el riesgo de padecer una fuga venosa en el pene evitando el tabaquismo, manteniendo un peso saludable, haciendo ejercicio regularmente y limitando el consumo de alcohol. También se recomienda el uso de ropa interior de tamaño adecuado y el uso de un cinturón de seguridad cuando se viaja en vehículos de motor. Si se presentan síntomas de fuga venosa del pene, es importante consultar a un médico de inmediato para obtener el tratamiento adecuado.
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